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Imágenes de una vida en la montaña (XVIII) |
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La atmósfera ha recuperado el equilibrio, vuelve la calma a la montaña. Las nubes se disipan. La peña recupera su protagonismo. Nos queda grabada a fuego la experiencia vidida; mas sigue latiendo en nosotros la llamada de la peña. Grandes o chicas, próximas o inalcanzables, siempre emergiendo del valle son el destino del montañero. De regreso al pueblo, echamos de nuevo la vista a ellas, Peña y Peñuca, Peña Lebeña (o Ventosa) y Peñuca de Colio, apenas un par de peñascos entre los miles de picos que aguardan nuestros afanes.
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