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Cueto Aravedes (Macizo Oriental)* Apéndice: ruta alternativa en coordenadas GPS |
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 Armaño es un típico pueblo lebaniego enclavado en las estribaciones orientales de la Sierra Vielves. Amplias casonas conviven con un núcleo más compacto de viejas casas de piedra, apelmazadas sobre estrechas callejuelas.
Muere la carretera en una explanada, al lado de la iglesia. El centro del pueblo queda ligeramente apartado, dando de bruces el visitante con una buena finca, anexa a una vieja casona palaciega. Una callejuela hormigonada va delimitando el costado derecho del muro que delimita la finca. Sube al cementerio, escondido en un romo cotero, a la vez que da paso a las pistas que se pierden en las vastas praderías de Armaño.
Otra callejuela hormigonada delimita la parte alta de la finca. Da servicio a la destacada alineación de grandes y bonitas casas que presiden el pueblo. Entre ellas se cuela la pista del Cueto Aravedes o Cueto de las antenas (nombre más reciente debido al repetidor allí instalado).
*En la foto ampliada vemos el horno para hacer pan mejor conservado de la comaraca, a decir de sus vecinos, junto a una placa en memoria de Concepción Arenal, vecina de Armaño que, vestida de hombre logró entrar en la Universidad. Licenciada en derecho luchó en favor de las mujeres, destacando además sus obras en materia penitenciaria.
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 El camino más sencillo para ir al pueblo de Lles seguiría la pista que sube al Cueto Aravedes. En la fuente Vielves se forma una encrucijada de pistas donde confluyen la que sube de Potes, la que continúa a Trulledes (Puerto de Potes) y la que da comunicación a los vecinos de Lles.
Existe, sin embargo, un viejo camino mucho más directo. Al principio parece una buena pista. Se cogería a las afueras de Armaño, en un ramal secundario de la ya mencionada pista que sube a las antenas. Aquella pista inicial gira al entrar en una amplia vaguada, bajando a una solitaria cabaña. El viejo camino de Lles queda así al desnudo, difuminándose levemente en los llamargales de las gruesas camperas del lecho de la vaguada. Recobra parte de su identidad al cortar en diagonal las cuestas montunas que delimitan este valle lateral del cordal del Cueto Aravedes. Cegado al doblar la cuerda de la loma que venía remontando por un cortafuegos, retorna al abrigo del bosque, antes de borrarse intermitentemente al atravesar las praderías que miran a Lles / Yes.
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 Lles, junto con Olalle y Cohorcos, son los barrios de Viñón. Carece de un acceso directo. Cuenta, dentro de lo malo, con una amplia y asentada pista que, como ya apuntaba, se coge en la encrucijada de la Fuente Vielves. Hasta este punto se sigue la pista del Cueto Aravedes, que arranca de la villa de Potes. Está hormigonada hasta el pueblo de Rases, presentando más arriba sólo aislados retales en los tramos más cuestos. Es una pista pindia y estrecha que no facilita nada las comunicaciones con estos dos pueblos de la baja montaña lebaniega.
Goza el pueblo de un entorno privielgiado de cerezos, robles y castaños. Manchas forestales desperdigadas y sesgadas por las praderías en que pastan las ovejas de Lles. Mira el pueblo al Valle de Castro Cillorigo, antesala del Desfiladero de la Hermida, cuya boca de entrada está presidida por la Peña Ventosa.
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 Atravesado el pueblo se alcanza una collada abierta al valle de Viñón y al declinar de Ándara. Este enclave es un monumento a la paz y al sosiego. Por un momento se detiene el tiempo, extasiado en las bellezas de la Liébana. El montañero detiene su cansino caminar, invitado al reposo por un banco, no sé si colocado por la mano de un hombre sensible, o brotado de la madre tierra consciente de las maravillas con que la naturaleza ha agraciado este bello rincón.
Ceden las fatigas y recobra la montaña su sentido, porque la meta no es la cumbre sino el camino, no es el esfuerzo sino los sentidos.
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