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Imágenes de una vida en la montaña (XXXII)* |
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Los pequeños retazos de San Esteban invitan al viajero a una mirada global de esta aldea de montaña. Un último paseo, provisto de bancos de madera para atenuar el esfuerzo o remolonearse en los sonidos del entorno, conduce a un mirador próximo.
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Se yergue, cual torreón medieval, en el camino de un área recreativa que otro día querremos disfrutar.
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La plataforma del mirador es una loa al primer pueblo ejemplar asturiano; una postal impresa en palabras sobre una aldea cualquiera de nuestras montañas. Las brumas de la tarde se adueñan de la Canal de Ciercos, en forma de sopor neblinoso en que los recuerdos de viejas rutas recorridas por sus entrañas se transforman en sueños, quizás nostálgicos, tal vez fabulados.
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