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Imágenes de una vida en la montaña (XXXII)* |
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El autocar espera en el Puente de Abajo; mas nadie puede despedirse del paseo, sin visitar al aldea de San Esteban. En la zona de aparcamiento se levanta la momia de un viejo castaño. En sus raíces se abre el libro de su vida, en que puede leerse:
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´Este castaño, nacido en una primavera de finales del siglo XVI, terminó su vida en el otoño del año 1994. Durante sus casi 400 años de existencia ha sido testigo y protagonista de la historia de esta aldea y, más aún, su apreciado fruto, la castaña, ha sido el principal sustento de los pastores durante los largos inviernos. En agradecimiento por su generosidad, sus vecinos, en su nombre, en nombre de sus antepasados y en el de las decenas de generaciones que han disfrutado de su sombra, de su compañía y de sus cosechas levantan, de nuevo, el tronco inmortal del Castañón de la riega de La Cogita, con el deseo de que nadie olvide nunca lo que los castaños han hecho por nosotros.´ San Estaban de Cuñaba, 31 de mayo de 2002.
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