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Imágenes de una vida en la montaña (XXIX)* |
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Una ciudad en la montaña; una ciudad en la historia; una ciudad en el recuerdo. Dicen que Madrid el villa; pues Cangas de Onís siempre presumió, en las puertas de entrada al Sella, de su condición de capital.
Las cosas cambian según el color del cristal con que se miran. Ni Cangas de Onís es asturiana, ni Cangas de Onís es Cangas de Onís.
Hoy voy a pasar un día por la historia de España. Existen días malos en que la gente prefiere quedarse en casa. ¿Deja de girar el mundo por lo que nosotros nos empeñamos en llamar ´mal tiempo´? ¿Deja de latir nuestro corazón cuando las gotas de lluvia restallan en las luceras de los patios de luces de nuestras casas?
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En época romana, el Sella era frontera entre cántabros y astures (tribus indómitas que se reían de Roma).
A vista de pájaro, Cangas era territorio cántabro.
El famoso Puente Ronamo de Cangas de Onís, ni es romano, ni es, propiamente, de Cangas.
El río, en la actualidad, es límite de concejos. El puente se reparte entre Cangas de Onís y Parres; y, a decir de los vecinos de Arriondas, es más de ellos que de Cangas. El Puente Romano tiene más arcos del lado de Parres, que del de Cangas.
En los días de lluvia, en que cuesta poner las botas, uno se entretiene en estas nimiedades.
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