usuario:   clave: entrar    alta
  buscar   PORTADA  
PORTADA
FOTOGRAFIA AEREA
RUTAS POR LOS PICOS DE EUROPA
RUTAS TURÍSTICAS
PAISAJE
ALOJAMIENTOS
TABLÓN INFOJOVEN
ASOCIACIONES
MÚSICA
ARTES PLÁSTICAS
TEATRO
SEMANA SANTA
DEPORTES
ENLACES
INMOBILIARIA GESIMA
COMPRA - VENTA
COLUNGA
NAVA
CECEDA
CORREO WEB @RODILES.COM
AVISO LEGAL
TRIVIAL DE VILLAVICIOSA
Google


Rutas por los Picos de Europa

Collao Jermoso -Parte IIIº- (Macizo Central)* Apéndice: Coordenadas GPS

<< anterior  2 de 10  siguiente >>

Vivac en Collao JermosoNos acostamos con una noche estrellada. No levantamos con una lluvia, fina, pero persistente.
  Las bonitas vistas del día anterior, parecen ahora rescoldos de un sueño placentero. En todo caso, nos entretenemos en desmontar el campamento. Los sacos aguantaron la débil lluvia, ni siquiera hizo falta la funda de vivac, y mucho menos la tienda (que no llevábamos).
  Echamos una mirada (foto ampliación) a la habitación e iniciamos el flanqueo sobre la cabecera del Argayo Congosto. El camino se aprecia en la imagen, paralelo a la parte superior de la foto. Tres montañeros nos preceden, saliendo ya de la zona de bloques.
  No obstante, nos desentendemos primeramente de ese camino. Perdemos unos metros para bajar a la fuente, pasado el cruce con la variante de subida por el Argayo Congosto.
camino de Las ColladinasEl sendero de la fuente, sobre la cascada que nos refrescó en la subida del día anterior, camina paralelo al camino superior que se dirige a Las Colladinas.
  Ambos, sin embargo, se ciñen a la misma franja de pedrera que cierra la cabecera del Argayo Congosto.
  La evidencia de las sendas permite una cierta confianza. Además, la niebla deja ver un tramo amplio de la banda de pedrera. En otro caso, tiraríamos siempre en dirección ascendente, buscando pegarse a las peñas superiores de la travesía. Estas llambrias forman una muralla que se extiende entre la Torre Peñalba y las estribaciones del Llambrión (Torre de las Minas de Carbón).
  Este farallón de llambria sólo presenta un punto débil. Una acanaladura por la que nos corta el sendero que sube la Hoyo del Llambrión; también muy pisado, pues la vía de acceso a las Torres de La Palanca y del Llambrión (entre las más destacadas).
  Para adentrarse en los Picos de Europa la opción más aconsejable sería contar con guías expertos, y nosotros contamos con los mejores. Más de una vez nos han sacado de algún apuro (ver foto ampliación).
Peña Santa y Bermeja desde las ColladinasLa ventaja de la niebla, entre otras que a la gente de ciudad se le escapan, es el de permitir que los sentidos no pierdan su concentración.
  Desde la fuente no nos cuesta entroncar con el camino principal. Seguimos de frente, pasado el cruce al Hoyo del Llambrión.
  Quizás los montañeros de la ampliación vayan pensando en las bellezas que podrían divisar desde el camino (cuyo sueño se representa en la foto miniatura) o en el día ´de rebecos´ que les espera.
Las ColladinasLa niebla no es cruel, deja abierta una ventana a la esperanza. Se disipa lo suficiente para desdibujar la primera de Las Colladinas (Foto ampliación).
  Las Colladinas forman una sucesión de colladas, que enlazan unos arcos de traviesa, inestablemente pegados a la base de las Torres de las Minas de Carbón (sector del Llambrión). Cada arco se precipita por un embudo que se pierde en los abismos neblinosos.
  Las referidas colladas se detienen en proas de buque, cortahielos de la Canal de Asotín. ¿Quién hubiera podido asomarse a esas balconadas sinfín?
  Foto miniatura: Torre de Las Colladinas (2.197 m.).
Las ColladinasLas Colladinas van tocando a su fin. Los amables guías describen con precisión los accidentes que habríamos de ver. Desde la Horcada Ancha, empastada con la Torre del Hoyo Oscuro, y que da su nombre a la Torre de la Horcada Ancha (a su derecha), hasta la Colladina de Las Nieves, en comba con la berruga de la Padiorna.
  Los arcos de Las Colladinas parecen más abiertos y largos, las torres homónimas se difuminan en pastizales. Un idilio que nuestra mente va dando forma, con las entusiastas explicaciones de nuestros animados amigos (foto miniatura).
  Confiados en las referencias verbales, devolamos la última collada, e iniciamos un largo descenso por una ladera de pastizal (foto ampliación).
descenso de Las ColladinasEn días despejados, apenas habría dificultad en seguir el camino. Sin embargo, con niebla espesa, cabe que se den casos de extravío.
  Este evento no se produjo en esta ruta, pues -además de contar con la guía de los rebecos- ya venía escamado de otra ocasión.
  Pasada la última colladina, donde se devola a la vasta ladera en que el sendero pierde una altura considerable, la misma senda se desdobla en dos ramales. Enseguida intuí que no iba por el camino de siempre (pues se trata de una ruta que había recorrido en multitud de ocasiones).
  En esta contingencia no puedo achacar a la niebla mi despiste. Pues la noche era hermosa y estrellada. Confié mi seguridad al camino, disfrutando de las sombras de la noche. Asumo mi error. Para contemplar el paisaje, los animales, las plantas o las estrellas hay que parar. Al reanudar la marcha, volveremos a centrarnos en los accidentes que nos van guiando.
  Ambos ramales del sendero se reúnen en la parte inferior de la ladera. En caso de niebla, creo más acertado coger el de la izquierda (Este), pues es el más usado en la actualidad. Habrá que ir atentos al cruce, dado que la variante más utilizada se difumina levemente en la campera, en su inicio.
  Uno y otro sendero, tratan de evitar un contrafuerte de llambria (foto miniatura) por ambos costados. En el extremo del contrafuerte, retoma la tendencia Sudeste, paralela a la Canal de Asotín (de la que en este tramo de descenso, se ha perdido la referencia visual -con niebla y sin niebla-).
_________________________________________________

  A pesar de la fina lluvia, la húmeda niebla y los pronósticos del tiempo, no perdemos la fe. Hasta las llambrias parecen hablarnos. Creía que era un manchón de pintura, y era una llamada de la fría piedra: ´fe´ (foto miniatura).
  Fue oír el susurro de la naturaleza y empezar a escampar. Todavía quedaban esperanzas para ver las lagunas, la Vega de Liordes y otros rincones de los Picos (foto ampliación).
Peña Remoña (al fondo)El descenso toca a su fin. La niebla comienza a levantar. Vemos con oscura claridad la continuación del sendero, bajo los contrafuertes de la izquierda (foto miniatura). Los montañeros y la traza del sendero se ponen en línea con la Torre de Pedabejo (último bastión de la Peña Remoña).
  Foto ampliación: Torre de la Horcada Ancha. Por la horcada que le da nombre transpone la vereda de paso a la Collada de Casares o al Hoyo Oscuro (en descenso a Lloroza y a los Puertos de Áliva).
Las ColladinasEl lago Cimero, queda apartado del camino. Este tesoro lacustre se muestra esquivo al caminante. Los rebecos nos informan de su paradero (foto ampliación), mientras nos observan por las lomas morrénicas que lo envuelven.
  Sin llegar a la hoyada que pone fin al descenso, nos salimos del camino en dirección Este. Vacilamos entre los romas vestigios glaciares, de espaldas al camino de La Colladinas (foto miniatura).
Lago CimeroEl lago forma un poso de aguas cristalinas. Desechamos la pintura que embadurna nuestros montes, y buscamos una señalización más acorde con los postulados de un Parque Nacional. No hay mejor indicación que un jito bien puesto. Lo habíamos visto en el descenso, pero como no nos preocupamos de mirar el mapa (si es que lo traemos), no podemos advertir que, bajo la misma Torre de la Horcada Ancha, queda empozado el Lago Cimero.
  El jou en que se esconde, es lo suficientemente profundo como para ayudarnos a desistir de meter nuestras manos en el agua. Nos conformamos con admirarlo desde un mirador natural de llambria, sin caminos de charol, barandillas ni paneles; la naturaleza en estado puro.

 
Novedades

Si buscas casa en la zona de Llanes, no dejes de visitar asturhabitat.com
Recomendado: Fotografía aérea.
Recomendado:
Las mejores rutas por los Picos de Europa.


PORTADA | PERSONAL | CONTACTO ©   Sentido Común - 5 Sentidos