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Rutas por los Picos de Europa

Cueto Pando (Macizo Occidental)*

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mecedura de los ríos Cares y DujePoncebos se encuentra en el entorno de la mecedura de los ríos Cares y Duje. La única zona de aparcamiento habilitada se encuentra en los Llanos de Torbanes, en la boca del funicular que sube a Bulnes. Una parte se reserva a los vecinos del pueblo, en tanto que la otra es insuficiente para acoger la ingente cantidad de turistas o montañeros que se acercan al lugar. De ahí que se permita el estacionamiento de los coches a lo largo de la carretera o ramales asfaltados adyacentes.
  Para afrontar una ruta de montaña es preferible madrugar. De este modo lo normal es que el montañero se vea a salvo de las aglomeraciones que se sufren a medida que avanza la mañana; en los últimos años (y en fechas señaladas), la masiva afluencia de gente a provocado que se cerrara la carretera a la altura de Ovar, llegando la fila de coches casi a la villa de Arenas de Cabrales.

Río CaresPoncebos se ha erigido en uno de los extremos de la llamada ´Senda del Cares´. Junto con la carretera de los lagos (de Covadonga) y el teleférico de Fuente Dé, se erige en uno de los puntos más frecuentados del Parque Nacional de los Picos de Europa (segundo más visitado de la red de parques españoles).
  En estos enclaves se confunden montañeros y turistas. Éstos se valen de las mencionadas infraestructuras o de la senda ganada a la montaña para facilitar las labores de vigilancia del canal de aguas que alimenta la central hidroeléctrica de Poncebos para acercarse al mundo de la montaña, en tanto que los montañeros las han asimilado como medio para amortiguar las largas marchas de aproximación al corazón de los Picos.
  Bulnes y Camarmeña, pueblos del entorno de Poncebos, se comunicaban hasta hace cuatro días por medio de caminos de herradura que aún pueden ser recorridos como mero esparcimiento de turistas o como parte de la aproximación a las distintas sierras o cumbres objetivo de los montañeros.
  El circuito del Cueto Pando apenas se aleja de estos recorridos turísticos. La Senda del Cares y los viejos caminos de Camarmeña se integran en su ámbito; mas, pese al modesto desnivel de esta peña, no es una ruta senderista. La agreste orografía de este rincón de la Garganta del Cares dota de un nuevo significado a la baja / media montaña de alguno de los rincones de los Picos de Europa.


Ariscu SonllanuSe entra por el asfaltado ramal cegado que continúa por las escarpadas laderas de la margen derecha (sentido ascendente de la marcha) del Cares. Un par de establecimientos hoteleros precede el desvío a Camarmeña. Entre ambos se cuela uno de los antiguos caminos que subía al pueblo (hoy afectado en parte por el trazado de la carretera).
  Esta comunicación rodada fue en principio pensada para uso restringido de los vecinos de Camarmeña. Me parece razonable esta limitación del tráfico rodado con el fin de evitar que el pueblo se vea desbordado ante la masiva afluencia de automóviles. No plantea mayores inconvenientes el desplazar el punto de partida al entorno de Poncebos (donde la ausencia de regulación no ha impedido una caótica pero eficiente ordenación de los estacionamientos), sin renunciar a integrar el paso por Camarmeña en nuestro recorrido.
  Se llega a un túnel, donde hasta hace poco tiempo amarraban sus burros los vecinos de Bulnes (hoy suben sus cargas en el funicular). Al otro lado se encuentra una caseta provisional de información del Parque Nacional.
  Atrás, delimitado entre los ríos Duje y Cares emerge Portudera, mostrando su faz más agreste en las verticalidades del Ariscu Sonllanu.

CaleyoLa caseta se emplaza en una reducida explanada, en el arranque de uno de los caminos que suben a Camarmeña. Sobre nuestra posición se levanta el alto arco del puente de piedra por el que pasa el sendero. Evita el esporádico torrente artificial alimentado por el agua que rebasa del canal. Detrás se recortan los desplomados riscos dominados por la cima del Cueto Pando.
  Subiendo por el camino de Camarmeña, sin llegar al puente, se deja a la izquierda un tupido bosquete, protegido bajo unas peñas de conglomerado. Merece la pena detenerse en este punto para visitar las Maseras de Caleyo. Abriéndose paso entre la maleza, siguiendo la base de la pared, se llega al pie de la oquedad. Cegada la vereda ha de treparse una húmeda pared de un par de metros para alcanzar la entrada a la cueva. Es una pequeña oquedad inundada con varias aberturas. El agua embalsada en un extremo, donde hay una imagen de la Virgen, rebasa sobre una desigual sucesión de cubetas o maseras, formando una sinfonía de cascadas miniaturizadas.
  Pinchando en la foto puede verse el pueblo de Camarmeña empozado en la zona de penumbra, bajo la colosal peña del Ariscu (vista desde el Cuetu Pandu).

 
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