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Pico La Llampa (Macizo Oriental)* Apéndice: Coordenadas GPS |
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 Si queremos conocer -algo- el pueblo de Tanarrio, podemos dejar el coche a la entrada del mismo. La carretera traza una revuelta hasta quedar sobre el primer núcleo de Tanarrio, que atajamos por encima de la quesería. Sufrimos un poquito de carretera hasta la iglesia, a cuyo lado cogemos el camino que sube al barrio alto.
Foto miniatura: vacas subiendo desde la iglesia a la explanada de aparcamiento de entrada al barrio alto. Al fondo Redo, al que se entra desde Mogrovejo. Por la hermosa nave (y eso que no vemos el contrafuerte de hormigón en que se asienta) pasa el camino que comunica Redo con Tanarrio.
Foto ampliación: Iglesia de Tanarrio, separada de Redo por la cuenca del río Belondio. Al fondo los Picos de Llesba, en cuya collada se encuentra el monumento al oso.
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 Tanarrio es la puerta trasera a los Puertos de Áliva por la Collada de Cámara. Coincidimos en el inicio de nuestra ruta con otros montañeros que se dirigen por este camino de montaña, de ahí que encontremos algún coche aparcado en la explanada de salida de Tanarrio (unos doscientos metros después de la iglesia). Foto miniatura, con un todoterreno bajando del barrio alto.
Por la rampa hormigonada remontamos a una casa, ´a memoria de mis abuelos´. Luego, en llano, sobre unas casas de reciente construcción (¿casas de turismo rural?), entramos por un lateral del barrio alto. Por la izquierda viene callejeando el cuesto rodeo por el camino de la iglesia. Nosotros giramos a la derecha, dejando a esta mano las cuadras y casas altas del pueblo; y huertas y fincas por la otra mano.
La estrecha pista gira entre una casa nueva y voluminosa, y la puerta de entrada al patio de un caserío de piedra. La pista hormigonada barrunta su fin. En el cruce salimos del pueblo por la izquierda, escoltados por la valla que cierra la cuidada finca de la nueva casa anexa (foto ampliación, con la afilada arista del Jiso y el Pico del Prao Cortés al fondo).
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 La tendencia de la pista es al Noroeste, buscando por las laderas de la margen derecha (sentido ascendente de la marcha) de la cuenca del río Belondio, la cabecera del valle.
La pista gira en el primer recodo, para envolver una pradería con una panorámica abierta al hermoso Ándara (el ´pequeño´ de los tres macizos de los Picos de Europa) -foto miniatura-.
La marcada depresión de la Collada de Cámara se interpone entre el Corvo (en el conjunto de Cumbre Abenas) y los Picos de Cámara (en el declinar de Ándara).
Robles y hayas son las especies más representavivas del Parque Nacional de los Picos de Europa; pero Liébana es un microclima muy especial, en el que conviven especies como el alcornoque (foto ampliación).
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 Una pausa nos permite contemplar la otra margen de la cuenca del río Belondio. A los invernales de las imágenes de este apartado se llega desde Redo, pueblo situado prácticamente a la altura de Tanarrio.
De las fincas sube una pista a entroncar con un ramal secundario que viene de Mogrovejo, a media ladera por el bosque. Muere en unos invernales, degenerando en un camino que confluye en Cuardes en la cabacera del río Belondio.
En lo alto de la imagen cede el bosque, entrando la pista principal de los Puertos de Áliva en La Calvera, en las faldas de Cumbre Abenas (pista troncal de Mogrovejo).
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 Encauzados en la pista, llaman la atención unos postes que se intercalan con el arbolado. La solución se encuentra a menos de un kilómetro. Una casa de madera, aislada en el monte, con sistema de seguridad y, hace unos años, con un perro que viene hasta el lindero de la pista.
Unos metros más adelante, se oculta, en un recodo de la pista, la ermita de San Facundo. Al estar medio escondida en el extremo de una finca, puede confundirse con un invernal; más su figura aparentemente cuadrangular, reclama la atención de quienes no han pasado de largo.
De la ermita solamente se muestra el fondo y parte de un costado (foto miniatura). Para conocerla debemos entrar por la portilla metálica de la finca. Entre la maleza que pende sobre la pista, doblamos para ver el pórtico de la ermita. La fiesta se celebra el 27 de noviembre, día de San Facundo.
Pasada la ermita, una riega cruza la pista. Esta torrentera mana de Entrambospandos, lugar que luego conoceremos en nuestro paso por las alturas del Pico La Llampa (cima situada a la izquierda de la foto ampliación).
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 Superada la zona de más fuertes repechos de la pista, se llega a una portilla canadiense (uno foso tapado con una serie de tubos cilíndricos que impide el paso de ganado y permite el paso de vehículos). Al otro lado está la bifurcación más problemática, aunque el arreglo de la pista y la señalización de un PR (que pasa de Tanarrio a Mogrovejo por Cuardes) evitan las antiguas confusiones.
La pista de Cuardes sigue en llano el ramal de la izquierda, antes una llamarga estrecha.
Por su parte, la rampa que remonta por la derecha llega a una portilla. La pista se interna, por encima de un invernal, en una sucesión de revueltas que vertebra un mosaico de prados y manchas boscosas. Es la misma pista que nos ¿permitirá? retornar a Tanarrio por los invernales de Rojes.
Ambos ramales de la bifurcación de la portilla canadiense se hallan entrelazados, a unos metros, por un acceso secundario.
Paseamos por la umbría. La humedad se deja sentir en una abundante fuente, reconstruida a la vera del camino.
Poco a poco cede el frondoso bosque. Por el talud del antiguo camino trepan los matorrales. Débiles robles apenas nos libran del calor asfixiante.
La pista, asentada sobre el camino carretero anterior, corta a media ladera sobre el fondo de la empozada foresta del río Belondio.
En el centro del valle despunta el Peñón de Cuardes, un jito de blanca caliza que marca el límite del Parque Nacional de los Picos de Europa (foto ampliación).
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 Antes de llegar a las praderías de Cuardes, sale una pista en descenso hacia la izquierda. Es un ramal que cruza el río Belondio (río de Piedras Negras en el curso alto en que nos encontramos) para pasar a las praderías del otro lado de la cuenca.
Nosotros continuamos, sin distraernos, por la pista principal. Bueno, quizás nos distraigamos viendo los desperfectos que los aludes han causado en los bosquetes de avellanos.
Pasado el referido ramal, la pista alcanza las praderías de Cuardes (foto miniatura), entre las que despunta el peñón calizo de Cuardes, límite de entrada al Parque Nacional de los Picos de Europa (foto ampliación, con las faldas boscosas del Corvo y Cumbre Abenas).
La pista moría en las praderías, de murias ruinosas. Al ensanchar el camino, para el paso de los tractores, se amplió unos metros más la continuación del mismo, hasta el extremo superior de las praderías.
Este tramo corto de pista sube entre las murias de los prados y un fresco bosquete. Por la izquierda están las rodadas de paso a las praderías. También está señalizado un camino, que las atraviesa entre las murias, pasando a la orilla del río de Piedras Negras. Este camino, cruza el río, e inicia la vuelta hacia Mogrovejo.
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