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Picos de Cámara (Macizo Oriental)* Apéndice: coordenadas GPS |
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COLLAO DE CÁMARA - PICOS DE CÁMARA (1 hora 15 minutos)
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 El Collao de Cámara es la depresión que desgaja el conjunto de Cumbre Abenas y El Corvo del núcleo troncal del macizo en que se integran, el de Ándara, que despunta con los Picos de Cámara por encima de la barrera de los dos mil metros.
Una alambrada sigue la comba de la collada, cerrando los riscos calcáreos del Corvo y de los Picos de Cámara. Deslinda los lindes de un puerto inmenso al que acceden todos los vecinos de Camaleño.
También bajan hacia la vega las torretas de la luz que proporcionan energía a las instalaciones turísticas allí enclavadas. Apuntan inicialmente a la pista que llega a la collada procedente de Campo Menor, una de las dos vegas centrales del puerto, en cuyo extremo, en la collada de paso a Campo Mayor, se encuentra la ermita de la Santuca de Áliva.
Un ramal de esa pista sube hacia nuestra derecha, apenas unos metros, encaminándonos al inicio de la ascensión a los Picos de Cámara.
En las fotografías del apartado vemos la niebla entrando por la puerta Cámara. La miniatura deja entrever las cimeras de Cumbre Abenas, siendo el Corvo, la peña que cierra la collada, el protagonista de la ampliación. En ambas imágenes apreciamos el cierre del puerto de Áliva.
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 El amago de pista muere al otro lado del risco que cierra el Collao de Cámara, en una cuesta de quemado pastizal. Los duros estíos de esta vertiente Sur de los Picos de Europa machacan el pasto, al punto de dejar una tierra reseca al estilo de los campos castellanos. Poco parece durar en los últimos años el verde florido que decora los pastizales de Áliva en la apertura del puerto.
La altura se deja sentir, no en nuestras cabezas, sino en los cortes calizos de los Picos de Cámara (fotos miniatura y ampliación).
Remontamos unos metros pegados a la alambrada, alcanzando unos falsos rellanos de polvo seco arañado por las pezuñas de cabras y ovejas al castigado pastizal.
Cuando cede la alambrada no tenemos más que seguir el corte del canto que trepa hacia las cimeras de Cámara, por los riscos parduzcos que frecuentan los referidos rebaños.
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 Los primeros afloramientos calcáreos apuntan un cambio en el planteamiento. Forman una zona compacta de llambria y peña que nos va desvíando marcadamente hacia la izquierda de la ladera. En este costado de la misma, sin doblar nunca al otro plano de la ladera, descubrimos pequeñas acanaladuras.
Estos pasos concentran el paso de los rebaños hacia las cimeras de Cámara, de ahí que sea fácil seguir las veredas de tierra que remontan estas acanaladuras, venciendo por este lateral la zona más compacta de roca que ciega la ladera.
En las fotos del apartado se muestran dos perspectivas de Peña Vieja, con vista parcial de los Puertos de Áliva.
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 La canaluca se desdibuja en la parte superior, difuminándose de nuevo en la parte alta de la ladera. En este momento iniciamos una travesía hacia la derecha, para retomar el corte de la montaña, sobre los desventíos que se precipitan sobre la Canal Mayor o de los Tornos.
Las agujas de estos rompientes calcáreos surgen entre vertiginosos despeñaderos, sobre las nieblas que aún no ha disipado el calor de la mañana (foto miniatura). El Corvo se eleva con líneas asimismo quebradas, frenando las masas más compactas de nubes.
La ampliación recoge una vista más general del conjunto del Corvo y Cumbre Abenas, con un montañero encaramado en el canto de subida hacia los Picos de Cámara. Entre ambos mundos se interpone la collada del mismo nombre.
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 El canto de subida no llega a la cumbre, sino que gira, envolviendo un vertiginoso canalón que se descuelga sobre la cabecera de la Canal Mayor. Sobre el corte vertical que cierra el desventío se asienta la falda cimera de la primera torre del conjunto de Cumbre Abenas.
Con la cumbre a la vista (foto miniatura), nos desentendemos unos metros del canto, para coronar el hombro que se destaca a su izquierda.
El mismo hombro visto desde arriba ofrece un cambio de perspectiva de gran belleza (foto ampliación), pues este rellano de ortigas donde se concentran los rebaños de cabras y ovejas, parece colgado sobre el mismo puerto de Áliva. Enfrente todo un sector del Macizo Central, presidido por la paredes de Peña Vieja y Peña Olvidada. El resto de las montañas apenas parecen pequeños picachos. Nada, cumbres que sólo rebasan los dos mil seiscientos metros y hasta el mismo anfiteatro del Naranjo que sobresale en parte entre la cuerda de torres que lo cierran.
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 Entre la llambria y la pedrera, no lejos del corte vertical que caracteriza a esta primera torre, encontramos un corto tramo de senda muy pisada. Apenas un breve vestigio del paso frecuente de montañeros y ganado, que apunta una travesía bajo la misma cima de la montaña.
Se busca la zona más vulnerable para remontar hasta la cimera de los Picos de Cámara, desde la que se atacan los rotos cuernos de la cumbre(foto miniatura).
La recompensa a la interminable ladera de subida es una magnífica balconada sobre el Valle de Liébana (foto ampliación).
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 El valle glaciar del Duje es una profunda depresión que ha desgajado el macizo Central del de Ándara. En las dos imágenes de este apartado podemos apreciar en dos partes toda su magnitud.
La Lomba del Toro se extiende por toda su cabecera (foto miniatura). Es una morrena lateral de las antiguas lenguas glaciares que modelaron el valle. Por toda su cimera discurre la pista procedente del pueblo asturiano de Sotres, que remonta hasta la encrucijada de pistas en que entronca con la que sube desde Espinama y otros pueblos de Camaleño. El brazo central de la intersección sube al Hotel de Áliva, en tanto que el ramal lateral va a las minas de las Mánforas.
La ampliación recoge la segunda parte del valle, más ceñida, como evidencia el serpenteo de la vista. Llega a apreciarse parcialmente la planicie de las Vegas de Sotres, en la parte asturiana del valle. El mar de nubes cubre estas tierras asturianas de Cabrales.
La montaña dominante de este extremo de los Urrieles es Peña Castil, en la que se empastan cumbres como el Escamellao.
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