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El Cantón (Macizo Occidental)* |
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Soñín de Abajo - Soñín de Arriba - Cantón del Texéu - Collao Soñín (Salgaréu)
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 Soñín de Abajo está practicamente al lado del Collao Salgaréu o Collao Soñín. A la altura de las cabañas, en llano con dirección Este, se atraviesa la campera de la majada. Al doblar, en una falsa cueñe, entre las peñas, el camino recobra el ancho y empedrado de los caminos troncales del puerto. Efímero vestigio que se pierde en breves instantes en la campera del otro lado, ya en el Collao Soñín.
El collado tiene dos aberturas: la que se acaba de reseñar, que da paso a la majada de Soñín de Abajo, y una segunda collada, abierta al Sur, que por lo que se conoce como Soñín de Medio va caminando en diagonal, atravesando toda la cuesta de la cabecera del Valle Llampazas, en dirección a la base del Cantón del Texéu.
Al Collao Soñín, llega por el Norte, faldeando las cuestas orientales del Cuetu Salgaréu el camino del puerto de Gamonéu de Onís. Bajando por éste se puede ya completar la travesía, mas antes vamos a describir la ascensión al Cantón, como interesante apéndice a este recorrido. Descripción que puede servir a los senderistas que se decanten por una de las alternativas propuestas, cual es la de subir por el camino del puerto de Gamoneo de Onís al entorno de los lagos de Enol y Ercina.
Entre el Collao Soñín y el Collao Camba se interpone un pequeño peñasco. Ya llegados del Cuetu Salgaréu, ya del camino del puerto de Gameno de Onís, se sube en dirección Este evitando esta peña por la izquierda. Al inicio de la subida se topa con un bebedero, que ya se ve desde la misma collada. Esta corta subida nos deposita en el Collao Camba (1.051 m.).
En el Collao de Camba entroncamos con la pista que sube de Demués, antiguo camino del puerto de los pueblos de ese rincón del valle del río Güeña.
El Cantón es el torreón que domina la foto de la miniatura, tapando varias de las cimeras del Cornión. En primer término, una vaca al lado del cartel que indica la entrada al mirador de Camba.
En la ampliación vemos una imagen de la cuenca de este río desde Cabeza Saldaña, otra cumbre con excelentes vistas al Casaño, pero sin la nirtidez y proximidad que el Cabezo los Negros ofrecen sobre su nacimiento.
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 Desde el Collao Camba puede subirse en unos minutos (siempre al Este) al Cabezo los Negros, Cabeza Camba o Negros de Camba (1.111 m.). Goza esta modesta cuesta, de estilizada y alargada cuesta dentada, modelada por afloramientos de oscuros peñascos rocosos, de una de las más privilegiadas vistas del desfiladero del Casaño. Es el mejor lugar para contemplar los rompientes del Hoyo la Madre, donde brota a borbotones el río Casaño.
En la miniatura el agua brota de la surgencia del Oyo La Madre (escrito sin ´hache´ cuando se entiende que procede del latín ´oculum´-ojo-).
En la ampliación flanqueo del costado oriental del Cantón, el que vierte hacia las profundidades del Hoyo La Madre. El sendero dobla bajo los desplomes de la peña, uniendo la Vega las Mantegas y la majada de Soñín de Arriba. Se deja al entrar en las laderas herbosas que preceden a la majada para tirarse en diagonal descendente hacia el Sudeste, hacia las profundidades del Casaño.
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 En el Collao Camba se cogen los últimos metros de la pista que sube de Demués. En llano, deja a su izquierda la majada de Soñín de Arriba, aguas vertientes al Casaño, y una de las bajadas a su nacer en el Hoyo la Madre. Algunas cabañas han sido dotadas de placas solares. La campera de la majada, soleyera y al resguardo del Cabezo los Negros, forma un remanso de transición entre la definida cuesta de esta montaña y el vigilante torreón del Cantón del Texéu.
La pista muere al poco en una pequeña explanada para el aparcamiento de los vehículos de los ganaderos del concejo, a la puerta del mismo Parque Nacional. Proponen los lugareños ampliarla hasta la próxima Vega de las Mantegas, enlazando con la que baja a Belbín desde el centro de interpretación del Parque, en Bujerrera (Lagos de Covadonga). Lejos queda ya su intención de proseguir la pista por todas las vegas de Onís hasta la misma majada de Ario. La evolución del Parque Nacional hacia tendencias de preservación del ecosistema, ha frenado esta vieja aspiración, identificada con los ideales decimonónicos de llevar una carretera a las Vegas de Ario y Ordiales. La eterna problemática entre explotación o conservación, y el verdadero planteamiento de la cuestión sobre la carretera de los lagos, que aleja los flujos turístico-montañeros de los concejos que disponen de entradas naturales a la montaña, pero carecen de infraestructuras para la rápida y descansada penetración de las sociedades acomodadas en el corazón de la montaña. Doble juego de vender la marca Parque Nacional y reclamar el grueso de las indemnizaciones por pérdida de ingresos especulativos y limitaciones a sus competencias, en tanto que explotan sus recursos naturales con criterios totalmente contrarios a la figura de protección que hacen valer.
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 En el extremo de la pista de Demués aflora el camino del puerto, apagado hasta este lugar por la caja de aquélla. Amplio y empedrado da vuelta al monolito del Cantón por la base de sus contrafuertes occidentales, por la cabecera de toda la cuenca del Valle Llampazas, que se ciñé en sus bajíos en las apreturas de la Cuenye Cubiliega, estrecho encañonamiento que se abre a las amplitudes de Comeya.
El camino dobla una collada y se mete en un pasillo natural de roca (Cueñes del Cantón), que lo emboca en corto descenso sobre la alargada Vega de las Mantegas. Esta vega es punto de divergencia de los senderos que suben a las vegas del puerto de Onís. Los senderistas que quieran subir a los lagos, deben desviarse a la derecha al final de la vega, a entrar por la collada que se forma en ese lateral del frontal de la morrena de Belbín, donde se enlaza con la pista que baja a la majada, pista que dobla todo el frontal de la morrena para morir en su costado oriental, en las laderas que se adentran en el valle de La Güelga.
En la majada de Belbín ya se coge la asentada pista que, por la majada de La Llomba pasa a otra morrena glaciar, la que delimita la cubeta del Lago La Ercina. La pista sigue toda la loma hasta el Mirador del Príncipe, atalaya colgada sobre la Vega de Comeya, para girar en redondo en dirección al Centro de Interpretación del Parque Nacional situado en Bujerrera.
En la ampliación imagen de la Vega de Belbín con La Jascal al fondo.
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 Las vías normales de subida al Cantón se encuentran en la vertiente Sur, la cara opuesta a los Soñines. Se flanquea la montaña por el Oeste siguiendo el camino del puerto que conduce a la Vega Les Mantegues. Sin meterse en las cueñes que bajan a esta vega, ya se deja el camino, entrando en los faldones sureños de la peña. Son laderas de árguma con afloramientos calcáreos cada vez abundantes.
El Cantón (1.173 m.) está formado por un doble morro que da forma a una falsa cima amesetada. La cumbre principal se alza coronando el espolón de la derecha. Se remonta hasta pegarse a su base, entrando en una vira diagonal que corta por su mismo pie, de derecha a izquierda, hasta el mismo centro de la peña, collada intermedia entre las dos cimas de la montaña (oriental y occidental), donde la peña presenta su punto más vulnerable, apenas un corto resalte de tres a cuatro menos, que ha de treparse (II) para alcanzar la meseta superior del Cantón. La parte superior de éste es un mal terreno de lapiaz recubierto de matorral y maras herbosas, mas la cumbre ya está al alcance de la mano.
Pese a los paredones que la circundan no puede hablarse de una auténtica balconada, no es un mirador cortado sobre el Casaño, dada la amplitud de su meseta somital. Domina las majadas de Soñín y la cuenca alta del Casaño, si bien, debe complementarse el recorrido con el apuntado cabezo los Negros para disfrutar de la contemplación de la surgencia del Hoyo la Madre. Frente por frente, al otro lado del Casaño, la salvaje virginidad de las canales de Ruana (Lerva, Picho...) dan vida a uno de los parajes más agrestes y desafiantes de la media montaña del Cornión(véase ampliación).
Abierta es también la panorámica hacia las señeras torres del macizo, en contraste con las esparcidas vegas que matizan toda su falda. Es el cantón la torre vigía de todos los pastos del puerto de Onís, aislado bastión defensivo de su puerta de entrada.
La otra vía normal de subida se encuentra más a la derecha. Discurre por una acanaladura herbosa que se forma a la derecha del espolón que cae de la cumbre principal. Para entrarla hay que ir a la horcadura que se forma en el canto Sudoriental de la montaña, el que baja delimitando por el Este la Vega las Mantegas, y por donde dobla el sendero que comunica esta vega con la majada de Soñín de Arriba (sendero donde se desvía una de las bajadas al Hoyo la Madre). La horcada en que se inicia la vía está en el punto de unión del canto con el extremo Sudeste de la peña (donde ha sido tomada la foto ampliada). La canaluca queda cerrada en la parte alta por el circo de roca que forma la arista que se desgaja al Este de la cima. Se trepa por las rocas de la izquierda y se sale directo a la cumbre.
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