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Imágenes de una vida en la montaña (XXIII)* |
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Es curioso ver como en invierno las personas se cubren con prendas calientes y, en cambio, los árboles de desnudan a la intemperie. Los árboles son coquetos. Dejan florecer sus ramas para vestirse de gala con los largos días de primavera, y descuidan su aspecto cuando la oscuridad del invierno relega a los hombres a sus casas. Cuando el calor axfisiante del estío amordaza a los animales, los árboles compran hojas hermosas para lucirlas. También es cierto, que lo que mata el frío mata el calor. Los hombres del desierto lucen, asimismo, sus amplias ropas al sol.
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