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PEÑA SANTA DE CASTILLA (Macizo Occidental)* |
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 El descenso de la Horcada Alta de los Llambriales da paso al largo flanqueo por la cara Norte de la peña. La travesía lleva al pie de una compacta llambria (IIIº), por donde se trepa hasta la cueva donde la vía confluye, a la altura de una cueva, con la variante de la Canal Escalonada.
La salida obliga a vencer un corto muro de llambria (foto) con muy buenos agarres (IIº). Se sale a una primera canaleta (IIº). Ha de pasarse a una segunda canal (IIIº), antes de atreverse con la colgada travesía descendente que sale al embudo de pedrera superior de la Canal Estrecha (IIº). Este campo de abundante piedra suelta es la antesala de la cresta somital de la montaña, donde se recupera la confortante compañía visual del pastizal de Vega Huerta.
En la ampliación travesía de transición entre la Horcada Alta de los Llambriales y la llambria de enlace con la variente Escalonada (abajo la brecha de La Forcadona). En la miniatura trepada del muro que cierra la cueva en que confluyen ambas vías.
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 Una vez que se sale de la brecha Norte, se pasa a la cara Sur de la montaña. Una corta travesía conduce a una horcada colgada sobre un canalón que se despeña por la vertiente de Vega Huerta. Se trepa una placa de llambria, entrando a una canaleta que retorna a la cresta somital. Siguen una serie de cortas trepadas, bordeando por la izquierda el compacto espolón que se destaca en la cresta.
Al llegar a una pequeña oquedad se encuentra el paso más delicado de esta parte de la vía, una pulida llambria de tercer grado colgada sobre el Jou Santu. Para evitar este paso, se trepa por la llambria directamente a la arista somital (foto miniatura y foto ampliación).
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 No se crestea hasta la misma cima de Peña Santa (foto miniatura), sino que se desciende (foto ampliación) por una canaleta a unas terrazas donde se inicia el flanqueo final bajo el torreón somital de la peña. Por una corta canal de llambria (IIº) se retorna a la arista, en la horcada que precede a la cima (por el Este).
La Peña Santa (2.693 m.) es el techo del antiguo Parque Nacional de la Montaña de Covadonga, germen del actual Parque Nacional de los Picos de Europa. Hacia el Norte, sus umbrías paredes se precipitan sobre el Jou Santu. En un extremo se yergue la Peña Santa de Asturias, hermana pequeña que domina las tierras de esta pequeña Comunidad Autónoma.
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 Si hacia el Norte la vista de Peña Santa se halla constreñida a las depresiones del Jou Santu y del contiguo Jou de los Asturianos (foto ampliación: salida a cumbre), esta peña domina (Sur) los cielos leoneses, llevando su reinado hasta las planicies de la Meseta.
El Macizo Central irrumpe al Este, emergiendo desde las mismas entrañas de la Garganta del Cares. El compacto morro, de uno de los contrafuertes de esta montaña (integrante de la larga cresta que se corta vertiginosamente en los Basares), entorpece la majestuosa contemplación del Macizo Rey de los Picos de Europa. Mas no impide atisbar la grandeza de esta catedral calcárea, decorada con las más esbeltas torres que una incontenible naturaleza ha podido modelar.
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 Al Oeste se agolpan un sinfín de sierras y cordales vasallos de la Cordillera Cantábrica. Un universo inabarcable se parado por la línea imaginaria que separa administrativamente dos mundos hermanos: el leonés y el asturiano.
El valle de Soto de Sajambre (foto ampliación), un vergel de vida en el extremo del Cornión, resalta sus rabioso verdor en medio de las modesta peñas que lo circundan. Los bosques que envuelven sus praderías, se extienden sin solución de continuidad por las faldas del cordal del Jario. El claro de pasto de la recogida Vega de Abaño (Vegabaño), representa la tonalidad intermedia entre los prados de siega de Soto y el pasto alpino que se extiende a los pies de la pared Sur de Peña Santa: Carbanal y Vega Huerta.
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