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Rutas por los Picos de Europa

Picos de Cámara (Macizo Oriental)* Apéndice: coordenadas GPS

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MOGROVEJO - PEÑÓN DE CUARDES (1 hora 45 minutos)
Torre de MogrovejoA la entrada de Mogrovejo, pueblo monumental que ya nos recibe con una buena casona, hay una pequeña explanada donde dejar el coche, con un bebedero del que mana algo de agua.
  Nos dirigimos hacia el núcleo del pueblo, pasando por la calle que se ciñe entre una cuadra y una vieja casa de piedra (foto ampliación), con una primera imagen de la torre medieval. Nos encaminamos hacia la iglesia, en un rincón de pequeñas casas con corredor. Por el costado de la iglesia pasa la calle que da paso al ramal cegado que baja a Redo; en el mismo arranque de la carretera sube una pista hormigonada en dirección a la torre. A mano derecha se deja el recién inaugurado museo de la escuela. Rampa arriba se llega a la torre y al palacio en el que se integra.

praderías de MogrovejoLa misma calle hormigonada que pasa al lado de la Torre de Mogrovejo tiene continuación en una pisada y amplia pista de tierra, que no es otra que la que sube a los Puertos de Áliva. A las afueras del pueblo ya se encuentra la señalización oportuna, por medio de verdes carteles de hojalata puestos por Parques Nacionales.
  En el mismo inicio de la pista, aún en los lindes de la finca del palacio, sale un ramal secundario en dirección a las praderías (foto miniatura). Destacar simplemente que atraviesa todas las praderías de Mogrovejo (la caja del viejo camino aún es bastante evidente al atravesar las fincas), a enlazar con la pista que sube de Redo, brevemente reseñada en la página anterior. Este camino sólo es evidente en este sentido, pues bajando a Redo (no digamos nada subiendo), pasa desapercibido.

Mogrovejo y Pico San MartínNo lejos de Mogrovejo, encontramos un desvío señalizado. Se deja la pista principal, entrando por una ramal secundario, amplio camino carretero, por el que se sube a la Peña Oviedo. Ambas pistas se unen más arriba, pero nuestro siguiente desvío hacia El Invernal, es anterior a dicha unión.
  En este segundo desvío nos encontramos un aspa de dirección equivocada, pues el sendero de pequeño recorrido se encamina a los Puertos de Áliva. Entramos por la pista de la derecha, atravesando en llano un enorme claro de pradería (foto ampliación). Todavía se da vista a Mogrovejo y a su camuflada torre (foto miniatura).

pinarEste largo arco por el centro de las praderías, se adentra en un recodo de robledal. La pista se ciñe entre el talud y una muria vallada en madera de pardas piedras.
  Nada más doblar este recodo, nos encontramos en la orilla de la pista una pequeña mancha de pinar (foto miniatura). Apenas una nota cromática en un bosque, al principio disperso entre las praderías, de corte caducifolio.
  La pista se desdobla enseguida en dos brazos, continuando nuestra marcha por el ramal superior de la izquierda.
  En la ampliación se recoge el detalle de una de las sangraderas que se encuentran en el recorrido, que permiten el desagüe del agua que arroya por la pista, evitando su rápido deterioro.


bosque caducifolioAunque el intermitente ascenso parece inmerso en una poblada mancha forestal, la verdad es que la pista viene vertebrando un mosaico de praderías de gran extensión.
  El recorrido es bastante evidente, pues apenas se apunta alguna entrada a estas praderías adyacentes.
  Este terreno mixto de arbolado y pastizal es, a juicio de los entendidos, un paraíso para la recolección de setas. En la imagen ampliada posan dos recolectores ante un buen ejemplar de ´boletus´.

El InvernalLa pista principal llega al Invernal (foto miniatura). La cabaña se recoge en un apartado rincón, en los lindes de una calva de pradería abierta en medio del monte. Cuando la niebla no se adueña de los bosques lebaniegos, irrumpen tras sus copas las bellas cimas de Ándara.
  Una abundante riega corta el paso de la pista, que gira al otro lado por delante del Invernal. Efímero claro, que preludia el retorno al bosque. Aunque por la baja densidad de arbolado de determinados tramos de la pista parece indicar que aún recorremos un pequeño reducto forestal, la verdad es que ceden las praderías que dispersan el arbolado, y avanzamos hacia una interesante mancha de bosque atlántico.

portilla final de la pistaRecibimos por nuestra derecha la pista procedente de Redo, a la que se hizo una breve alusión en su momento.
  Más adelante se apunta un falso ramal que entra en las enormes praderías que la pista empieza a deslindar. Un pequeño jito invita a seguir por la pista principal, que inicia un corto repecho que llega a la siguiente bifurcación del recorrido. Tomando el ramal de la derecha se alcanza, a la altura de un depósito, la parte alta de las praderías antes apuntadas.
  Lindando con el bosque se aprecian las ruinas de un viejo invernal, que van cediendo ante la maleza que las envuelve. La pista dobla medio difuminada en el bosque, para dirigirse a una nueva portilla, de las que vienen jalonando nuestro paseo (foto miniatura). Prácticamente puede darse por finalizado el recorrido por la pista, pues ésta va degenerando en un rastro de sendero, que se abre paso por la antigua caja de una pista acosada por el bosque.
  La ampliación muestra uno de los tramos en que la pista se va abriendo paso entre el arbolado, entre el Invernal y estas últimas ruinas que encontramos.

sendero tomadoPasada esta última portilla metálica, la caja de la pista toma un marcado sentido descendente. Corta la ladera por la umbría fronda boscosa. Su trazado es evidente, mas de su viejo ancho apenas queda un sendero que intenta abrirse paso entre los árboles que se van apoderando de la misma.
  La senda llega a una estrecha riega, intermitente cuenca fluvial que se alimenta en la Canal Mayor (que en la travesía hacia el Collao de Cámara atravesaremos por su cabecera).
  Remonta el sendero ligeramente al cruzar la riega, entrando en un terreno más andadero, pues el denso hayedo no deja proliferar el sotobosque. Disfrutamos de unos instantes de contemplación, inmersos en amplias llanadas forestales (foto ampliada).
  Debe extremarse la atención, pues el sendero se desvía pronto a la derecha, un descenso diagonal señalizado con un pequeño jito. Otra vereda que sigue de frente puede llamar a confusión.
  El sendero que desciende, que por momentos apunta su vieja caja, se halla tapado por los troncos y ramas de árboles caídos (foto miniatura).

Peñón de CuardesEn un claro del bosque damos vista al Peñón de Cuardes (foto miniatura), solitario afloramiento calcáreo que irrumpe en el centro de este valle secundario lebaniego.
  Nos acercamos al curso alto de lo que será el río Belondio, afluente por la izquierda del Deva. El río parece ser la frontera natural del hayedo. Por su margen izquierda prolifera un tipo de bosque de corte más arbustivo, dominado por el avellano.
  Entre sus cañas buscamos abrirnos paso, en un ascenso diagonal al río. A nuestra derecha, aunque no lleguen a verse por culpa de las grandes hojas de los avellanos, están las praderías de Cuardes. En su vértice superior enlazamos con el extremo final de la pista que viene de Tanarrio. Algo más bajo se encuentra ya el Peñón de Cuardes, límite del Parque Nacional de los Picos de Europa (foto ampliación).

 
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