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Imágenes de una vida en la montaña (XVI) |
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En las estribaciones de Ándara, una modesta y solitaria montaña adquiere carta de naturaleza por su singular silueta, que evoca un coloso alpino de líneas perfectas. Regresamos al coche a última hora de la tarde, mientras el sol se va apagando tras las montañas. Momento mágico en que la luz cobra protagonismo y logra resaltar la personalidad de una modesta montaña que no tiene que parecerse a otra para llamar nuestra atención.
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