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Imágenes de una vida en la montaña (XIV) |
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La complicada orografía de las sierras menores de Ándara favorece la proliferación de escabrosas riegas y arroyos que se descuelgan en pequeños saltos por las umbrías y pindias vallejas. Torrentes y bosques de hayas y musgos son los condimentos que han dado vida a nuestra mitología. Sean mito o realidad, no hay hombre que quede impasible ante la proliferación de vida que inunda estos fructíferos ecosistemas.
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Van quedando pocos puentes con el sabor tradicional de los antiguos caminos. Perdido en el bosque, este modesto puente nacido al abrigo de una cristalina surgencia, asiste impasible a la apertura de la caja de una pista que amenaza con engullirlo.
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