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Imágenes de una vida en la montaña (XII) |
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Del primitivo empedrado apenas se conservan tramos dispersos. Las pistas que suben a los invernales se han abierto sobre la misma caja de la Senda del Arcediano o, cuando no siguen su trazado, acaban condenándola al olvido por el desuso.
No ha perdido, sin embargo, la senda, su principal reclamo, un entorno de esbeltas montañas. Las cumbres de la Cordillera Cantábrica en sus inicios; las calizas del Cornión y del Precornión y las agrestes profundidades del Dobra, en su desarrollo, o los afamados cordales de Ponga en su final.
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