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Imágenes de una vida en la montaña (VI) |
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Muchos carteles han debido ponerse para que la gente coja el inicio de la Senda del Cares y no continúe por la evidente pista que sigue el curso del río. Pista que no son sino los vestigios de un proyecto de carretera, que va degenerando hasta acabar convertida en un camino tallado en la roca que muere en el corazón de la garganta. Esta variante es, no obstante, una válida vía de entrada que evita la subida de Los Collaos. Si bien es cierto que debe afrontarse el más corto pero más empinado paso por el Escalero. El peligro de esta variante se plantea para la gente que desconoce el terreno y sigue el cegado camino hasta el final, y terminado éste hacen de las cosas más extrañas. Gusta esta alternativa por discurrir cerca del curso del río, acompañando el reflejo cristalino de sus esmeraldas aguas.
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