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Rutas por los Picos de Europa

La Santuca de Áliva (Macizo Oriental)*

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RECORRIDOS SENCILLOS POR EL ENTORNO DE ÁLIVA
Hotel de Áliva

El Hotel de Áliva es punto de paso de uno de los recorridos más frecuentados del puerto. Se oferta en todos los folletos repartidos por las cafeterías y establecimientos del entorno de Fuente Dé, como una ruta senderista que parte de la estación superior del teleférico. Aquí se plantea como una ruta senderista alternativa al mismo, pues se afronta su recorrido en sentido inverso, toda vez que el punto de partida son los Puertos de Áliva.
  La ruta, de una hora más o menos, ya ha sido apuntada en apartados anteriores. El Hotel de Áliva sienta sus bases en el rellano superior de la morrena (Lomba) del Toro. En esta edificación confluyen dos pistas, la que remonta toda la cimera morrénica y la que, a la altura del Tesoro, se desvía de la pista principal que sube de Espinama.
  Doblando la collada del Hotel, sigue la pista en dirección al Chalet Real, largo rodeo sobre las vaguadas que vierten a la cabecera del río Duje. A la altura del Chalet, al lado de una riega, tenemos una buena fuente. Enseguida una revuelta de la pista, de la que se desgajan los caminos secundarios que doblan hacia la Canal del Vidrio, remonta por el frontal de una morrena que recoge los desplomados neveros de las paredes de Peña Vieja.
  Pronto alcanza la Collada de Juan Toribio (1.844 m.), depresión que fija los rotos Cuetos del mismo nombre a los llerones inferiores de las Peñas Vieja y Olvidada. La doble revuelta de la collada precede ya el largo flanqueo por los faldones de gravera desprendidos de los verticales murallones de Peña Olvidada. Al final de la travesía se encuentra la Horcadina de Covarrobres (1.933 m.), por la que ya se devola a la depresión de los Lagos de Lloroza.
  De esta meseta arrancan las rutas de montaña a picos como La Padierna, San Carlos o Peña Vieja. Las cimas señeras del Macizo Central también se pueden atacar por esta vertiente, caso de Tiro Tirso o el Llambrión. Las manadas que deposita el teleférico se concentran mayoritariamente en los Horcados Rojos, mirador natural de la pared Sudoeste del Picu Urriellu. Amplio abanico de posibilidades que desborda las pretensiones cuasisenderistas de estas líneas.
  Un retorno hacia llos bajíos de Áliva que vierten a Liébana, recomendado para principiantes, nos lleva casi al Cable, estación superior del teleférico (en la Horcadina de covarrobres tomar la pista que baja a la izquierda). Antes del fin de la pista, hay que encaramarse en las lomas que la delimitan por la izquierda, y seguir cumbreando por todas las cerras que van delimitando los Puertos de Áliva. El corte sobre el circo glaciar de Fuente Dé va haciendo girar esta cumbrera de cerras, encaminándonos al Collao la Junciana (1.864) que precede al Cueto Redondo. De la collada baja el camino al Collao de Valdecoro, por el que se coronan los picos contiguos del mismo nombre.
  Del Cueto Redondo, puerto abajo, se baja sin mayores dificultades de nuevo a las pistas troncales del puerto.

Hormazos (foto: José A. Castro Busto)

Los restos de la majada de Hormazos se reparten por los collados, vaguadas y retales de camperas del entorno de Campo Menor, en los rompientes inferiores de las laderas de Cumbre Abenas. Más que un recorrido de montaña es un paseo por el entorno de la vega, sin rumbo fijo, descubriendo los rincones de aprovechamiento tradicional que se esconden en cada recodo y disfrutando de una panorámica de ensueño, comandada por la dominadora arrogancia del pétreo bastión que forman Peña Vieja y peña Olvidada.
  Destacan las ruinas de la majada por el color de la piedra con que han sido levantadas. Sus techos de piedra son vestigios primitivos que contrastan con las techumbres de teja adoptadas en la mayoría de las majadas e invernales de los Picos de Europa.
  La mayor concentración de cabañas no dista más de quince minutos de la llanada de Campo Menor. Una sencilla encañonadura ciñe el modesto arroyo que entra por el extremo Sudoriental de la vega. Puede subirse por esta sencilla valleja, con pretensiones de desfiladero. Por la izquierda (sentido ascendente de la marcha), doblan por la collada que se forma a esta mano los senderos del ganado que entran a la Fuente Hormazos. A la altura de la fuente, pero por la ladera opuesta, se sube, entre las peñas, a una alargada vaguada en que degeneran las vastas laderas noroccidentales de Cumbre Abenas. A lo largo de la vaguada se van escalonando las ruinas de la antigua majada, sobre las que irrumpen las laderas calcáreas de los Picos de Cámara, que se elevan por encima de la barrera de los dos mil metros, primeras cimeras de Ándara.
  En la foto un chozo de la majada, con los Picos de Cámara al fondo (foto: José A. Castro Busto).

Collao de Cámara (foto: José A. Castro Busto)

El Collao de Cámara (1.698 m.) es la marcada depresión que se hunde entre el Pico del Corvo y los Picos de Cámara. Es visible desde la misma villa de Potes, dando forma a una ventana tras la que despunta la piramidal mole calcárea de Peña Vieja.
  Desde Campo Menor puede entrarse en el arroyo que nutre la vega por el extremo Sudoriental, el antes reseñado para entrar en las ruinas de Hormazos. Riega arriba se va encauzando el sendero en una vaguada muy transitada por los rebaños que pastan en el puerto. A medida que se va ganando altura, el montañero disfruta de una insuperable vista de conjunto de los Puertos de Áliva. La vaguada se desdobla en dos brazos en la parte cimera: el de la izquierda emboca directamente el Collao de Cámara, en tanto que el otro es atravesado por las sendas del ganado que cruzan de los pastos de la majada de Hormazos a la collada.
  Sin embargo, la subida más utilizada es la de la pista que sale en el extremo Nororiental de Campomenor. Se encarama en lo alto de la Mesa Bajera, y tras difuminarse ligeramente en sus camperas, comienza a ganar rápidamente altura, para, a continuación, ir ya iniciando la larga travesía hacia el Collao de Cámara. Coincide la pista en gran parte con la línea de postes qua atraviesa la collada y que sustentan las necesidades energéticas del Hotel de Áliva. Cuanto más se urbaniza la montaña y mayor nivel de servicios se quiere ofertar, más efectos secundarios sobre el paisaje se han de soportar.

Valle de Camaleño desde el Pico del Corvo (foto: José A. Castro Busto)

Desde el Collao de Cámara se ´conquista´ la cimera del Corvo. Esta peña calcárea se presenta individualizada y desgajada de Cumbre Abenas por la collada de salida de la Canal Arenosa. Mira hacia el Este, llameando sus paredes con los primeros rayos que despuntan al alba por el horizonte. Muy de mañana, aún destellan las luces de Potes, en el corazón de la Liébana. Por su parte, el frontal de Cumbre Abenas, caracterizado por la franja de roca estratificada que sustenta su cuerda somital, mira hacia el Sur, hacia las profundidades de Camaleño y las cimas somitales de la Cordillera Cantábrica. Rebasamos los límites del senderismo, para invitar a los principiantes a familiarizarse con la peña. Es una ascensión sencilla, casi rayando la frontera con el primer grado. si se quiere coronar la cima principal, debe buscarse el paso de los rebecos entre las oscuras peñas de la crestería. Bonitos pasillos naturales, que buscan los recodos de unos peñascos que cuelgan abismalmente sobre los bosques de Camaleño.
  No es necesario describir la ruta de ascenso, pues la vertiente de Áliva presenta un faldón bastante amplio. Lo atraviesan los senderos de cabras y ovejas que pasan a las laderas de Cumbre Abenas, que se diferencian de las vertientes del Corvo en el dominio casi absoluto del pastizal sobre la peña. Baste describir un poco la orografía para orientar al iniciado.
  El Collao de Cámara (1.689 m.) es la ventana de paso de los Puertos de Áliva a la hermosa vertiente Sur del Macizo de Ándara, un mundo vertical de paredes, espolones, canales, lleraos, campas y bosques difícil de igualar. En este marco se interna el extremo moribundo de la pista que dobla la collada, siguiendo las lineales sombras de los cables de la luz. Pista que degenera en acosado camino que no pasa del Cotero de los Placeres. Es senda de paso a los pueblos de Brez y Tanarrio, existiendo un desvío a la altura de Cueva Masera para los vecinos de Mogrovejo. Mas quede esta bonita ruta de montaña para mejor ocasión.
  El Collao de Cámara es una depresión formada por la comba de pastizal que se hunde entre el conjunto del Corvo y Cumbre Abenas y las primeras calizas del núcleo duro de Ándara: los Picos de Cámara. El Pico del Corvo (1.885 m.) se integra de una sucesión irregular de cimas que dan vida a un largo crestón desplomado sobre los bosques de la cuenca del río Belondio, valle deudor del Deva que separa los pueblos de Tanarrio y Redo (Mogrovejo).
  La Canal Arenosa separa el Pico del Corvo de Cumbre Abenas. Este cordal presenta suaves faldones de pastizal que se deslizan sobre la hondonada de Campo Menor. ocultando una agresiva cara Sur, surcada por canales como la de Peroperi y por la que se descuelgan senderos como el de La Cabra. La estratificación horizontal de la franja rocosa de su cima principal, caracteriza esta vertiente de la montaña. Alcanza su máxima altura en los 1.925 m. del Joracón de la Miel.
  En el extremo opuesto de la sierra, la horcada del Portillo Jollán, ya cayendo a una altura de mil seiscientos cincuenta y uno, es punto de paso de Campo Jito (camino de El Tesoro desde la Fuente de los Asturianos) al Puerto Jollán o Puerto de Pembes. Esta brecha aísla del conjunto de Cumbre Abenas el peñasco del Castro Cogollos (1.696 m.), cuyas faldas marcan el final de Ándara, bajando a ahogarse en la cambiante cuenca del río Nevandi.
  En la foto (cedida por José A. Castro Busto), destaca en un primer plano, al sol, la Peña Oviedo. Por la línea de sombra, que se corresponde con el fondo del Valle de Camaleño, cuenca del Deva, remontaría la llamada ´carretera de Fuente Dé´. Convergen en el centro de la foto, en la localidad de Cosgaya, el valle principal del Deva y su afluente por la derecha, el río Cubo, nacido en las inmediaciones del Collao de Llesba. Con la entrada de junio, la nieve apenas resiste en la cúspide de la Cordillera Cantábrica, el reino de Peña Prieta y su vasallo el Curavacas.

 
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